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El desarrollo la ciencia en el país. Ese es uno de los temas que pueden leerse entre líneas al visitar el Museo de Química y Farmacia César Leyton Caravagno de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, ubicado a pasos del kilómetro cero de la capital, en calle Merced.

Alojado en las dependencias del Colegio de Químicos Farmacéuticos desde 1987, este museo reguarda, hace más de 60 años, las huellas del crecimiento de la disciplina en nuestro país, de la mano de su desarrollo en la Casa de Bello, en una historia en la que han participado destacados académicos como Raúl Cabrera, en la dirección del proyecto entre 1976 y 1986; Hermann Schmidt-Hebbel entre 1987 y 1996; e Irma Pennacchiotti, entre 1996 y 2017, año en el que se inició un proceso de revitalización de la mano de los conservadores Richard Solís e Iván Oyarzún, hoy en desarrollo.

El reimpulso y apertura de un espacio patrimonial

Como destacó Javier Puente, vicedecano de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, dicha unidad académica está “impulsando un proyecto para actualizar y hacer una puesta en valor de su valioso patrimonio”, proyecto con el cual esperan “darlo a conocer a la comunidad y de esta forma colaborar en la comprensión del desarrollo de la asistencia farmacéutica en Chile”, todo esto, en un trabajo museográfico y de conservación, en donde ya se realizó la formación de las colecciones.

Prof. Javier Puente

“En este museo se produce un cruce entre ciencia y patrimonio”, planteó Richard Solís, dado que los elementos resguardados por el establecimiento cuentan “una historia donde nuestra institucionalidad, la U. de Chile, tiene un rol potente en la razón de ser de estas disciplinas”.

Así, al descender al subterráneo del edificio, los visitantes del museo pueden recorrer los recovecos donde reposan microscopios, morteros, autoclaves, balanzas y envases de variados fármacos y materiales para la manipulación de reactivos y preparaciones de formulaciones farmacéuticas, todos de distintas épocas, al mismo tiempo que ingresar a la biblioteca donde se resguardan, entre otras cosas, las tesis de los pioneros del tema en nuestro país, así como una publicación de 1580 “Kranter Bush” de Adam Lanicerus, y una importante serie de revistas de la especialidad nacionales y extranjeras.

Es justamente este último tipo de materiales los que junto a un trabajo de conservación, están siendo ingresados gradualmente al Catalogo Bello de la Universidad de Chile, a fin de garantizar su registro y la sistematicidad de sus futuras consultas.

La historia de la disciplina y su rol social

Otro de los cruces históricos presentes en este museo es la relación entre el avance de la disciplina y las problemáticas de nuestro país. Para Iván Oyarzún esto queda materializado en que “más allá de conservar objetos curiosos, la idea es también desentrañar esa historia que tiene una potente ligazón con la sociedad”, a partir de “pequeños objetos nos dan cuenta de las ciencias relacionadas con temas sociales, con una incidencia clara, como por ejemplo, publicaciones sobre de temas de nutrición, que si bien podrían ser de otra área, tienen mucho que ver con la química”.

Es por ello que uno de los ejes fundamentales de esta nueva etapa de este museo científico y universitario es, como señaló Richard Solís, “hacer algo más integrador, que no sirva sólo para estudiantes universitarios, sino cómo lo podemos vincular con el mundo estudiantil escolar”, a lo que se suma el trabajo de investigación y conservación que ya se está desarrollando.

Las visitas al Museo de Química y Farmacia son de martes a viernes de 15:00 a 17:00 hrs. Para recorridos especiales o consultas, escribir al correo museo@ciq.uchile.cl. El museo está ubicado en Merced 50, Metro Baquedano frente al Parque Forestal.

Fuente: Dirección de Comunicaciones, Casa  Central. www.uchile.cl

Dirección de Extensión y Comunicaciones, Marzo 19 de 2018.

Fuente: www.quimica.uchile.cl