Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Bajo el título “Lo que significa ser científica en Chile”, cientos de estudiantes secundarias de la Región Metropolitana llegaron hasta el auditorio María Ghilardi de la Facultad de Ciencias para dialogar con 17 académicas de dicha unidad. Cómo supieron de su interés por estas disciplinas, y cuán difícil ha sido desarrollarlas en campos masculinizados, fueron algunos de los temas abordados en este evento intergeneracional, que es parte del “Primer Encuentro Internacional de Mujeres Científicas”.

Curiosidad, observación, constancia y tenacidad. Esas fueron algunas de las características más referidas por las académicas que este martes 7 de agosto participaron del conversatorio “Lo que significa ser científica en Chile”, realizado en la Facultad de Ciencias como parte del “Primer Encuentro Internacional de Mujeres Científicas”, que se está desarrollando entre el 6 y el 10 de agosto en el Auditórium María Ghilardi Venegas.

Ante cientos de estudiantes de diversos liceos de la Región Metropolitana, las académicas Jennifer Alcaíno, Liliana Cardemil, Alejandra González, Victoria Guixé, Rosalba Lagos, Vivian Montecinos, Lorena Norambuena, Alexia Núñez, Julieta Orlando, Denisse Pasten, Anita Rojas, Daniela Sauma, Claudia Stange, Karen Vega, Cecilia Vergara, Inmaculada Vaca, Magdalena Sanhueza y Verónica Palma, relataron y reflexionaron sobre sus diversas trayectorias profesionales y personales en el campo de las ciencias.

“La creatividad y el trabajo intelectual resultan ser capacidades propias de nuestra especie humana, no tienen fronteras ni se expresan como diferencias de género. Lo he experimentado con mis compañeras de estudios, tesistas y con mis colegas científicas a través de largos años de trabajo conjunto en nuestra Universidad”, destacó el decano Raúl Morales en unas palabras que fueron leídas a las asistentes durante esta jornada, instancia donde la académica Alejandra González entregó cifras de la composición de la Facultad de Ciencias.

Uno de los datos relevantes es el incremento gradual del porcentaje de mujeres estudiantes en la unidad académica, que este año alcanzó al 50,5 por ciento de los ingresos, subiendo desde un 46,5 el 2016 y un 49,2 el 2017. En cuanto a las académicas, detalló González, si bien ha ido incrementándose la proporción, hoy sólo un 29 por ciento son mujeres y un 71 son hombres.

Las motivaciones y el azar: diferentes caminos para llegar a la ciencia

Las diferencias generacionales, de contextos y experiencias, la motivación de profesores de la universidad y de la enseñanza media, así como los azares que las llevaron a sus actuales posiciones, se cruzaron en la conversación que por cerca de dos horas mantuvo atentas a las asistentes.

En ese tiempo, en el que yo estudié, no habían prácticamente mujeres científicas”, recordó la académica Liliana Cardemil, para quien “mi primer modelo fue un varón, el profesor Croxatto. Hice mi tesis con él y me fascinó desde entonces el mundo de las ciencias porque para ese profesor era su mundo la ciencia”.

Quien también se refirió a la motivación de los profesores como clave para aproximarse a su disciplina fue la profesora Inmaculada Vaca, cuyo docente de ciencias “nos marcó mucho porquetuvimos la suerte de que además de incentivarnos a todos por igual -a hombres y mujeres-, nos sacaba al campo para estimular la curiosidad con la naturaleza que nos rodeaba”.

Un relato diferente fue el que presentó la profesora Verónica Palma, a quien lo que la motivó estudiar ciencias fue un libro. “A diferencia de la motivación de un profesor o profesora, para mí llegar a la ciencia fue por la literatura, fue leyendo las biografías de Marie Curie, los libros fascinantes de Darwin, los aspectos creativos de los científicos. En todos los test vocacionales salía en ciencias sociales, (…) sin embargo perseveré con las ciencias exactas”.

Respecto a las condiciones técnicas con las que estudiaron las académicas, la profesora Rosalba Lagos explicó que “más que los avances tecnológicos, eran los profesores que teníamos quienes eran investigadores de excelente nivel. Tuvimos unos privilegios increíbles, como por ejemplo que cursos como el de biología celular lo daban Francisco Varela y Humberto Maturana, quienes eran los profesores que nos enseñaban no pensando que veníamos del colegio, sino que de igual a igual”.

Por su parte, la profesora Denisse Pasten destacó otra característica del trabajo científico: el asombro. “Cuando uno entiende algo -cómo funciona el computador, cómo se mueve biológica y químicamente el cuerpo- el asombro es inevitable. A pesar de toda la información que circula hoy, hay algo en nosotros que reacciona al entender algo tan chico como una ecuación. Eso, sin importar cuanta tecnología logremos tener, va a estar siempre”, dijo.

Para Victoria Guixé otro componente importante “es la tolerancia al fracaso y la confianza en sí misma”, más aún en el contexto actual en donde esta generación “está sometida a mucha presión. Hay mucho exitismo y hay que desdramatizar eso, uno se puede equivocar”.

Finalmente, otro de los cambios del contexto actual de la formación en ciencias es el referido por la profesora Alexia Núñez. “Ustedes tienen una ventaja que mi generación no tenía, y es que la sociedad está despierta. Cuando ustedes noten una situación que está dada por el hecho de ser mujer, pueden conversar al respecto”.

“Mi invitación es que si quieren ser científicas, sean valientes”, continuó la profesora, recordando su experiencia, marcada por la poca confianza y la inseguridad de adentrarse en un campo masculinizado como la electrónica. “Recuerdo que este afán que tenía por la electrónica me llevó a la neurofisiología y era muy temerosa, pero fui venciendo esos miedos y hoy en mi laboratorio investigamos eso. Meterse en la ciencia es una aventura total, es una aventura diaria”, concluyó Núñez.

Más actividades del encuentro

Como parte de esta semana completa de actividades en torno a las mujeres en la ciencia, está la participación de la Dra. Minna Huoitilainen, neurocientífica finlandesa especializada en el sistema auditivo y docente de ciencias cognitivas y Doctora en Tecnología de la Universidad Tecnológica de Helsinki –quien actualmente se desempeña en cognición infantil en el Colegio Sueco de Estudios Avanzados en Uppsala, Suecia-, y de la Dra. Ángela Nieto, Doctora en Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid, directora del Instituto de Neurociencia de Alicante, España, asociado al Instituto Cajal que pertenece al Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC), de la Universidad Miguel Hernández de Elche.

Ambas científicas son traídas a nuestro país por las Embajadas de Finlandia y de España, respectivamente.

Fuente: www.uchile.cl